Vale, ya has escogido Menorca como lugar para tu boda. ¿Y ahora cuál es el siguiente paso? Buscar el sitio, organizarlo todo, pensar en el menú, preparar la lista de bodas… No te preocupes, ¡déjanos que te echemos un cable! De elegir los invitados sí vas a tener que ocuparte tú, pero en lo demás podemos ayudarte mucho.
Tanto si eres de la isla, como si eres de fuera y te has enamorado de ella, lo que te proponemos en nuestro post de hoy es que la temática de tu boda vaya en consonancia con el entorno que va a rodear a todos durante ese día tan especial. Y si además, eres de los que prefiere la elegancia de la sencillez a lo artificial y rocambolesco, nuestra propuesta de una boda de tradición menorquina seguro que te convence.
El lugar: Finca Son Salomó
¿Y qué mejor emplazamiento para sentir Menorca en cada rincón que un antiguo “lloc” menorquín? La histórica y hermosa finca Son Salomó dispone de todo lo que puedas necesitar: Amplios salones, un inmenso jardín exterior con piscina, e incluso la disponibilidad de alojamiento en la casa si piensas que la noche se alargará demasiado.
Entrantes 100% “made in Menorca”
Una vez escogido el entorno de este día tan especial, pasamos directamente al menú. Y para empezar a calmar el hambre después de la ceremonia, ser viremos una selección de aperitivos locales: Queso de Mahón con mermelada de higos, rubiols de verdura, tostas de sobrasada de Menorca con miel, y embutidos como cuixot, carnixulla, y butifarra negra y blanca.
Plato estrella: Caldereta de langosta
Si hay un plato por excelencia en la cocina menorquina es, sin duda, la caldereta de langosta. Preparada con marisco fresco local y verduras de la huerta, se sirve junto a unas finas rebanadas de pan de payés, ¡lo que permitirá rebañar hasta la última gota del caldo!
Y para bajar la tarta, bebidas menorquinas
Después de los postres, llega el momento de las copas. Y para no perder la inercia de productos locales, no puede faltar aquí la popular pomada, que consiste en ginebra de Mahón con limonada. Y para los que busquen experiencias más fuertes, quizás se atrevan con una copa de Ratafía menorquina, un aguardiente macerado con diversas especias y hierbas de la isla.
No podemos olvidar otro aspecto esencial de la boda para que todo fluya en este ambiente menorquín que hemos ido construyendo, el tema de la decoración. La tradición nos dice que debe predominar el blanco, y de este modo, las notas de color que daremos con los arreglos florales y demás elementos decorativos, resaltarán con más fuerza. Utilizaremos flores, ramas y hojas típicas del paisaje mediterráneo, que junto con el resto de elementos que hemos ido añadiendo, el menú que hemos diseñado, y el maravilloso entorno que nos rodean, ¡convertirán tu boda 100% menorquina en un día inolvidable!
Si ya te has decidido, y deseas encargarnos los preparativos de tu boda, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.