Es Molí des Comte abrió sus puertas en 2010 con una filosofía grabada con fuego, concretar un espacio que hiciese las delicias de los amantes de la gastronomía. No sólo pretendía ser una referencia bajo la etiqueta Restaurantes Menorca, sino un lugar especial para los residentes en Ciutadella de Menorca así como para todos aquellos que se aproximasen desde cualquier parte del mundo a disfrutar del color, del sabor y de la textura de un plato. En definitiva, del detalle culinario. Por ello, hoy queremos dedicar este texto a desgranar el envoltorio geográfico de Es Molí, la ciudad, aquellos pequeños recovecos que sin duda alguna ayudan a crear un ambiente especial donde se unifican criterios culturales, sociales y ambientales.
El primer punto de interés de Ciutadella de Menorca es la Catedral de Santa María de Ciutadella. Se encuentra a escasos 400 metros del restaurante Es Molí des Comte, en dirección oeste, y es el punto más alto de la ciudad. Encontramos en ella un templo gótico construido entre los siglos XIII y XIV con una fachada neoclásica que data de 1813. Alfonso III ordenó la construcción de la catedral una vez se conquistó la urbe en 1287. Imprescindible.
En segundo lugar, los amantes de la cultura tienen a su disposición la historia de la ciudad (desde el período prehistórico hasta la época musulmana) en el Museo Municipal de Ciutadella Bastió de sa Font. Todavía más cerca que el anterior enclave. El museo lo encontramos a 300 metros del local, 3 ó 4 minutos a pie. Los visitantes podrán disfrutar de todas las piezas arqueológicas recuperadas hasta día de hoy. Asimismo, edificio acoge exposiciones temporales que van desde el material subacuático encontrado hasta conciertos de cámara gratis.
Al margen de la cultura, podemos disfrutar de amplios espacios cargados de carisma y esencia isleña, como por ejemplo el Puerto de Ciutadella. Se registra tráfico entre sus límites desde la Edad Media -Corona de Aragón-, aunque la infraestructura portuaria no se completa hasta el siglo XIX. No obstante, la importancia de su presencia la encontramos en la posibilidad de acercarse desde las callejuelas de la ciudad, a medida que la luz rebota en las embarcaciones y fachadas. Ahora bien, una vez la noche cae, la escena resulta igual de magnífica, porque el calor del pueblo, de sus gentes, se percibe en cada rincón.
En paralelo al puerto encontramos una amplia diversidad de calas que visitar: Cala des Degollador, Caleta des Frares, Cala en Busquets… No todas constan como zonas de baño, ya que algunas únicamente se destinan al amarre de barcos, pero las que lo permiten son una delicia. Tranquilas, limpias y con encanto. Un pilar fundamental si visitas la isla.
Finalmente, la magia de las puestas de sol. El paisaje se transforma desde lugares como Cala Blanca o Son Carrió, únicamente a escasos 3 kilómetros. Y es que el entorno natural se vuelve más natural que nunca con el cambio de colores ocre y la gama de cobrizos. El recuerdo, la memoria y la nostalgia vendrán a tu mente.
Como podéis observar, Es Molí des Comte no sólo cuenta con su fantástica cocina, sino que es un motivo adicional para poder disfrutar de todo lo que rodea al local. Te esperamos. Si tiene cualquier consulta, no dudes en contactar con Molí des Comte.
Imágenes: Es Molí des Comte Asador